Nosotros no somos perfectos, somos ciegos, no podemos darnos el lujo de juzgar la buena o mala suerte de alguien, jamás. No somos capaces de saber las razones del porque una situación le está pasando a alguien, por más mala que parezca. Mejor, si está dentro de nuestras posibilidades ayudar con la carga otro está bien, sino, mejor será no juzgar-
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