jueves, 16 de junio de 2011

Era fácil comprender que ahora cada uno tenía que seguir su camino por separado… Mis rodillas se acurrucaron contra mi pecho y mi cabeza se reposo sobre ellas y llore, llore por desgracia, llore por esperanza, llore por desamor, llore por tristeza y por realidad. Ya no sentía mas su respiración tranquila . se había ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario