sábado, 11 de diciembre de 2010

Juro no volver nunca jamás a mirar hacia atrás.   Nadie puede calmar este odio que 
encierro dentro,mi cuerpo está por explotar,  murió y quedó sin sentimientos. Miento al decir que soy 
otra pero   vivo en el abismo, no es que mi corazón  esté roto, es que ya no es el mismo.
Mis ojos están secos, ya no lloran, pero quiero desahogarme de este peso que me 
controla. Y quizás sea verdad, ya no sé qué creer,   quizá el amor no exista y me pregunto 
por qué creí en él.  El paisaje cambia porque no  puedo pintarlo yo
si sigo aquí es porque tengo un contrato  con Dios. Mis heridas no se sanan, pero sí se 
hacen más grandes. ¡Tú no me entiendes,  cállate, mírame,  dime que sientes! 
Tú decides si quieres olvidarme o vivir  con eso. 
Confieso que no sigo siendo aquel  aunque lo intento.  No quiero pensar que me equivoqué 
como la mayoría. y sé que mereces mucho más, quizás me sienta así por nunca 
sabértelo dar.  Se empieza por perder la ilusión y luego la magia,después va la esperanza 
hasta que ya no  queda nada;¡Solo rabia, odio! Todo esto porque se acaba. 
Sientes como la poca luz que queda se apaga. Y no hay final feliz, pero 
sí pudo haberlo si no fuera por esta vida que llevo podría verlo  con mis propios ojos, y sí, 
se que fue por mi culpa, dejé de poner de mi parte y me callé como una puta. 
Yo también cometo errores y estoy harta de pecar, por mucho que me mueva siento
 estar  en el mismo lugar.

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